La naturaleza es capaz de darnos las imágenes más surrealistas que podríamos imaginar, y una de las más sorprendentes sucede cada año, durante apenas unos minutos: la cascada Firefall.
En medio del Parque Natural de Yosemite, se encuentra la cascada Horsetail Fall. Durante febrero, mientras el invierno llega a sus últimos días y la primavera se acerca cada vez más, se juntan los suficientes factores climáticos para ofrecer la imagen de una cascada incendiada.
Los restos de hielo en la montaña y en el agua se combinan con los rayos directos de sol al atardecer, coloreando el agua de un intenso tono naranja que podría parecerse a la lava de un volcán.
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Este año, el fenómeno sucedió el 19 de febrero y duró tan solo 10 minutos. Estas son las fotos más espectaculares.