Cada año, al terminar la temporada de lluvias, los habitantes de la pequeña isla de Koh Pen, en Camboya, se dedican a construir un enorme puente de aproximadamente un kilómetro de largo sobre las aguas del río Mekong.
Con una longitud de más de 1,000 metros y construido únicamente con cañas de bambú, el puente y el lugar han cobrado notoriedad entre los turistas que visitan el Sudeste Asiático, pues cada año antes de que crezca el nivel del agua y arrase con la construcción, es desmontado en su totalidad. Las más de 50,000 cañas son guardadas hasta que pasen las lluvias y pueda ser erigido de nuevo.
El puente es reflejo de la idiosincrasia de los lugareños y pese a que río arriba se ha construido un moderno puente de concreto, la tradición de construir y desmontar el puente año con año continúa.l

El proceso de construcción toma un mes y se realiza clavando postes de bambú en el arroyo del río. Posteriormente se colocan las cañas en horizontal para formar una superficie que será complementada por un gran número de postes y palos que apuntalan la construcción. Estos son unidos con alambres para mantenerlos juntos.
Lee: 5 caminatas épicas por el mundo
Por el puente circulan personas, bicicletas, autos e incluso camiones. En la época de lluvias, cuando no hay puente, la gente cruza de un lugar al otro usando un ferry.

La rudimentaria obra de ingeniería una a la isla de Koh Pen con el margen continental de Kampong Cham y no es el único encanto del lugar: la isla es un pequeño paraíso natural que refleja a la perfección la verdadera vida rural de Camboya.
Si estás buscando destinos exóticos y diferentes esta podría ser una opción. ¿Te animas?