Volar de un país a otro, si este tiene un horario distinto, produce un efecto en el cuerpo llamado Desincronosis o jet lag. Esta alteración en el cuerpo produce extremo cansancio, pérdida de apetito y dificultades para concentrarte o recordar.
El jet lag puede ser bastante incómodo, especialmente cuando tenemos pocos días para disfrutar nuestras vacaciones y no queremos perder ni un solo minuto de estas. Aunque no existe un remedio mágico para curarlo, puedes disminuir el malestar siguiendo estos cinco consejos.
Paso uno

Si puedes, reserva un vuelo que llegue durante el día. Ver luz natural ayuda al cuerpo a sentir más energía, por lo que es una buena idea llegar antes de que oscurezca y salir a caminar bajo el sol para descansar mejor.
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Paso dos

Antes de volar es importante ir cambiando tu reloj corporal con pequeños ajustes en tu rutina. El objetivo de esto es acercarte, poco a poco, a la zona horaria del destino que visitarás.
Paso tres

Ya en el avión, debes mantenerte hidratado para mitigar los efectos de cansancio. Además de tomar agua, puedes evitar el alcohol y la comida con grandes cantidades de sal.
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Paso cuatro

Durante el vuelo, alinea tu sueño y comida al destino. Si es de noche en el lugar que vas a visitar, procura dormir un poco para acostumbrar aún más a tu cuerpo. Lo mismo con la comida: intenta alinearte lo más posible a los horarios que tendrás durante la visita.
Paso cinco

Ya en el destino de viaje, procura hacer la misma cantidad de ejercicio que haces en casa para mantener nivelados tus niveles de energía. Si te sientes muy cansado, toma una siesta, pero solo de 30 a 60 minutos por día.