Tal vez suene descabellado, pero hubo un tiempo en el que las discotecas en aviones eran comunes en algunas partes de Europa. El más famoso fue un Dc-7 ubicado en la playa de El Puig, en Valencia.
Douglas DC-7 C
Conocido como DC-7 y de fabricación estadounidense, su producción fungió entre 1953 y 1958. El Douglas fue el avión más grande de transporte propulsado por motores de pistón en la compañía Douglas Aircraft Company.
De las 338 unidades fabricadas, hoy en día quedan 40 en servicio por los aires.
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El Boite DC-7
Es innegable que un avión se construye únicamente con un fin: alzarse por los cielos. Habrá comerciales, de carga o militares, pero la particularidad de un avión es que jamás permanecerá en tierra. Así que nadie imaginó que algún día terminaría siendo una discoteca. Construido a finales de los 50’s, el modelo fue vendido a una compañía desconocida.
Lo matricularon BXA-LOB, con el nombre SATURN y fue alquilado a varias aerolíneas como avión comercial.
Con el avance de la industria aérea, comenzó a ser desplazado hasta ser usado en su mayoría como transporte de carga. Fue ahí cuando esta unidad fue vendida a la empresa Santurce y utilizado para trabajos aéreos.
Nuevamente, fue rematriculado pero esta vez como EC-BEN. Comprada en abril de 1967, para junio de 1969 y por causas desconocidas, presentó una falla.
Entonces fue trasladado a Madrid para su desguace. Se desconoce por qué pasaron 8 años sin que el avión llegara por fin a su fin.
Pero en 1977, trasladaron al DC-7 hasta una playa valenciana: El Puig. Inmediatamente fue transformado en una discoteca: El Boite DC-7.
Discoteca en el Puig
El Puig de Santa Maria es un municipio valenciano. De comunidad tranquila, datos y vestigios históricos como monumentales, está bañado por las aguas del mar Mediterráneo. Aparte de ellos, también tiene clima suave, y se vuelve ideal para pasar unos días en cualquier época del año.
Don Juan Guerrero Moles fue quien trajo el DC-7 hasta El Piug. Con capacidad para 70 personas, una amplia barra, terraza exterior y una cabina de disc-jockey el DC-7 se convirtió en la discoteca de moda. Y la más exclusiva.

En muchos, queda el recuerdo fantástico de este gran lugar. Con cuatro motores y repleto de luces brillantes. Y en otros, la imagen irreal, imaginaria y casi inventada de este espacio.
Las malas lenguas cuentan que James Brown y Bruno Lomas pasaron por aquí. Nadie sabe si realmente existió convivencia directa. Pero, ¿y tú, sabías de esta discoteca tan extraordinaria?
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